lunes, 4 de febrero de 2008

VEGETALISMO

Es una corriente muy "estricta". Este régimen propone alimentarse exclusivamente de vegetales. Así la lista de alimentos prohibidos es bastante larga: está formada por los productos rechazados por el vegetarianismo más los no consumidos por los vegetalistas. La lista incluye:


-Las carnes y los embutidos.
-Las aves de corral y la grasa animal.
-El pescado.
-Las conservas y los congelados.
-Los cereales blanqueados o refinados.
-Las bebidas industriales azucaradas.
-El azúcar industrial.
-La miel.
-Los quesos.
-Los huevos.


En comparación con el vegetarianismo, el vegetalismo rechaza el consumo no sólo de los productos cárnicos, sino también de subproductos animales en general. Por el contrario, favorece el consumo de:


-Verduras frescas, variadas, preferentemente cocidas al vapor o estofadas.
-Cereales integrales no blanqueados.
-Fruta del tiempo oseca, con la piel, en puré o confitada.
-Plantas aromáticas y plantas de todas las clases (frescas o secas).
-Legumbres.
-Aceites vegetales de primera prensada en frío.


Este régimen tan restrictivo requiere una mayor atención en cuanto al equilibrio de la alimentación y la composición de las comidas, y también una mayor vigilancia en cuanto a los modos de cocción de los alimentos. La cocción si no se siguen unas pautas determinadas, elimina muchas veces una parte importante del valor nutritivo de los alimentos. Por otro lado, este régimen puede llegar a resultar peligroso, ya que tiene una carencia de vitamina B12, que sólo se encuantra en alugunas carnes, y que se encarga de la renovación de la médula ósea.


El vegetalismo, en su filosofía, va más allá del vegetarianismo, al eliminar todo producto que tenga algo que ver con la putrefacción. Esto está en relación con la misma búsqueda de pureza que encontramos en el vegetarianismo, pero, en este caso, llevada al extremo.


Teóricamente, la necesidad de proteinas se puede llegar a cubrir a través de cereales, leguminosas y verduras, pero siempre hay que tener cuidado de consumir la cantidad suficiente de estos productos. Hay que vigilar también el consumo de fibras, que tenderá a ser demasiado generoso en este tipo de régimen.


Así pues, los vegetalianos, también llamados vegan o veganistas, rechazan cualquier tipo de explotación animal, rechazando incluso derivados naturales como los huevos, la leche y sus productos.


Desde el punto de vista médico el problema nace de la dificultad de combinar entre sí los aminoácidos procedentes sólo de fuentes vegetales y del riesgo concreto de incurrir en anemias. El hierro resulta a la larga carente, en parte porque la alta cantidad de fibras vegetales impide su absorción.

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